
ROI para Comercio Electrónico: Potencia tu Éxito
En nuestras publicaciones anteriores relacionadas con el comercio electrónico, ya habíamos hablado de cuánto está en el centro de atención en la actualidad y de cuánto es esencial para cualquier empresa que tenga como objetivo permanecer en el mercado.
Nunca como en estos tres años difíciles, la pandemia está poniendo a prueba la mente y el cuerpo de aquellos que desearían ser libres para vivir, pero que para lograrlo deben lidiar con él, el virus que más que cualquier otro ha marcado claramente la forma de hacer negocios, un camino que muchos ya conocían pero que otros posponían: el comercio electrónico, un mundo que se está revelando con fuerza y con la certeza de que sin él, permanecer en el mercado sería impensable.
Pero estar siempre al tanto del mundo del comercio electrónico significa también y, sobre todo, trabajar en estrategias para maximizar la inversión inicial, que, especialmente en el caso de empresas pequeñas y medianas, puede ser considerable.
A continuación, explicamos qué es el ROI para un comercio electrónico y cómo maximizarlo.
ROI en el Comercio Electrónico: Su Significado y Relevancia
Se habla mucho del ROI y, en particular, en los últimos dos años, del ROI para un comercio electrónico. En primer lugar, el ROI es el retorno económico de la inversión realizada. Se ha hablado de esto durante mucho tiempo simplemente porque, en la gestión de un negocio y, específicamente, en el comercio electrónico, calcular el retorno de la inversión resulta ser la estrategia ganadora para aumentar los ingresos de manera constante y concreta… a lo largo del tiempo.
Cualquiera que decida invertir en una campaña de marketing para llevar un producto y/o servicio al mercado de manera efectiva no puede prescindir de ello, ya que debe tener claro cuál será el retorno de la inversión.
En este sentido, no existe una estimación provisional sin datos y su capacidad para delinear de manera precisa la dirección tomada.
Y aquí es donde el ROI para un comercio electrónico no es solo un cálculo simple, sino algo más, un verdadero indicador de la rentabilidad del capital invertido.
El acrónimo ROI, por lo tanto, significa “Retorno de la Inversión” o “Índice de Rentabilidad del Capital Invertido“.
Es, precisamente, un índice que mide cuánto se pudo obtener de una actividad determinada después de deducir la inversión necesaria para llevarla a cabo.
El cálculo del ROI es bastante simple cuando hablamos, por ejemplo, de campañas en línea para ventas directas, porque el retorno es casi inmediato. Sin embargo, es un poco más complicado cuando los resultados de una operación de marketing se ven a largo plazo, como en el caso de una estrategia de Relaciones Públicas Digitales diseñada para mejorar el conocimiento de la marca.
ROI para un comercio electrónico: ¡maximizar es la clave!
¿Invertir o no invertir? Y si es así, ¿cómo hacerlo? Esta es una de las dudas que a menudo atormenta a las empresas, especialmente a las pequeñas o medianas, cuando se encuentran en la situación de tener que decidir si y por qué realizar una inversión importante para su negocio.
Se sabe que el comercio electrónico atrae a cualquiera que decida adentrarse en el mercado de referencia (hablamos de productos) y no puede ignorar a quienes ya han optado por vender en línea (y son realmente muchos), ¿sabes por qué? Gracias a la identificación del público objetivo correcto con campañas de pago, se obtienen resultados, pero (y hay un pero) es solo gracias a la determinación del ROI que una inversión se considera rentable o no.
El ROI, de hecho, por su naturaleza, es una métrica que permite comparar la eficacia de diferentes inversiones en marketing, lo que permite elegir solo las mejores (es decir, las más rentables), distribuyendo el presupuesto entre SEO, sitio web y otras herramientas de marketing en línea y fuera de línea.
Cualquier inversión necesita un retorno, ya sea de imagen o económico, que justifique el gasto realizado por una empresa.
Incluso en el mundo de las PYMES, los clientes interactúan diariamente a través de múltiples y diferentes canales, en línea y fuera de línea, dejando valiosa información en cada paso. Con estos datos, los equipos de marketing tienen a su disposición una cantidad enorme de información. Tan grande como difícil de utilizar.
Después de definir objetivos y una combinación de medios, es necesario monitorear constantemente la efectividad de una campaña para comprender dónde intervenir para mejorar o identificar oportunidades adicionales de crecimiento. Al final de cada campaña, se deben analizar los resultados y evaluar el rendimiento de cada medio de comunicación. Sin embargo, el análisis aislado de los canales individuales no explica la interacción entre ellos y ayuda poco a la hora de decidir qué elementos incluir en futuras campañas.
Si se utilizan muchos y diferentes canales de comunicación, las actividades de análisis y seguimiento pueden volverse más complejas. Elegir software capaz de soportar este tipo de carga puede ser esclarecedor, especialmente para el cálculo del ROI para un comercio electrónico.
Una vez que se tienen los resultados en la mano, es posible compararlos con los objetivos establecidos y calcular el retorno de la inversión. Un monitoreo constante permitirá además evaluar en tiempo real el rendimiento de las campañas y “ajustar el rumbo”, para maximizar la eficacia de las actividades de marketing utilizadas para promocionar el comercio electrónico.
Comercio electrónico y análisis: dos mundos unidos por el ROI
Y como hemos reiterado en más de una ocasión, los datos y su procesamiento no se ven afectados por el misterio y la poesía que, aunque fascinantes, siempre conducen a la realidad, a la concreción de la vida con la que nos encontramos haciendo “cuentas”. Medir… y con una precisión meticulosa, solo puede ser la única solución para aquellos que desean crecer a través del comercio electrónico y que utilizan el ROI para hacerlo.
Y aquí es donde los mundos del análisis y el comercio electrónico encuentran su centro, porque sin medición no existiría el ROI y sin el ROI no habría motivo para que nuestro negocio existiera.
Aproximarse a los datos, procesarlos y saber cómo interpretarlos es el secreto para poder extraer verdades ocultas que conduzcan inevitablemente al logro del resultado… que perdure en el tiempo y cambie así el destino de la empresa, que se convierte en una “oasis de crecimiento constante”.
El comercio electrónico y el análisis son dos mundos realmente interesantes, aún demasiado distantes para muchos, pero tan cercanos para otros que sienten la inevitable osmosis. Y nada de lo que hoy se llama empresa podría crecer sin el constante monitoreo del ROI para un comercio electrónico.
El comercio electrónico crece también gracias a los datos, y medir el ROI es una elección necesaria y sabia.