
Los casos de estudio son una parte fundamental de tu experiencia; te ayudan a comunicar los verdaderos beneficios de tus productos y servicios. Ayudan a construir la confianza en tus posibles clientes, a difundir pruebas sociales y a proporcionar más información sobre tus servicios.
Pero para aprovechar todos estos beneficios, tus casos de estudio deben estar bien escritos.
Descubre nuestros consejos para desarrollar casos de estudio que conviertan.
Enfócate en el valor del caso de estudio
Es crucial que los casos de estudio se centren en el valor que tu producto o servicio proporcionó a un cliente. ¿Por qué? Si fue efectivo para una persona, será efectivo para otros prospectos con un perfil similar. Cuanto más enfatices este punto en tus casos de estudio, mejor.
Idealmente, muestra un claro retorno de inversión con cifras reales, por ejemplo, “aumento del 50% en las conversiones“. Es un principio simple de prueba social: “Si otra empresa como la mía obtiene valor de este producto, yo también puedo hacerlo”.
Cuando escribas tu caso de estudio, comienza presentando:
- Los desafíos: las dificultades que la empresa enfrentó antes de elegir tu servicio.
- La solución: cómo tu empresa resolvió esos desafíos.
- Los resultados: destaca el valor real que el cliente obtuvo utilizando el producto.
Elige el formato adecuado para el diseño del caso de estudio
Los casos de estudio son una excelente fuente de información, pero deben ser fáciles de digerir.
- Usa encabezados y listas con viñetas para dividir el texto, como en todo el contenido.
- Utiliza elementos visuales fáciles de entender: gráficos, videos, diagramas, etc.
- Agrega el perfil de la empresa objeto del caso de estudio para que los posibles clientes puedan identificarse.
- Resalta los puntos fuertes del estudio para una rápida consulta: declaraciones relevantes, citas y cualquier otro elemento proporcionado directamente por el cliente. Coloca estos elementos en negrita, en colores o en un recuadro para llamar la atención del lector.
- Añade llamadas a la acción: los casos de estudio deben diseñarse para la conversión. Después de leerlos, los posibles clientes deben querer ponerse en contacto contigo.
- Finalmente, ofrece un período de prueba para los consumidores interesados en comprar el producto o suscribirse al servicio.
Crea casos de estudio para objetivos separados
Aunque tu empresa tenga un grupo objetivo principal específico, los clientes deben segmentarse aún más.
Por ejemplo, si tu objetivo principal son los minoristas, divídelos en sectores de actividad: alimentos, moda, decoración, joyería, automóviles, etc.
De esta manera, podrás construir relaciones más profundas con tus posibles clientes.
Cada grupo de posibles clientes debe conectar tus soluciones con las necesidades de su negocio. Deben poder obtener más información sin necesidad de contactarte. Esto significa que los casos de estudio más efectivos son aquellos que se adaptan mejor a los grupos objetivo deseados.
Elige los casos de estudio sabiamente
Además de tener una amplia gama de casos de estudio, es importante discernir cuáles incluir. Todos tus clientes son importantes, pero algunos son definitivamente más útiles que otros cuando se trata de comunicar tu valor.
Asegúrate de elegir a los clientes que:
- Utilizan frecuentemente el producto y lo han utilizado recientemente. Esto garantiza que estén al tanto de las nuevas características, el diseño actual, los cambios recientes, etc.
- Han obtenido resultados concretos utilizando tu producto. A menudo, los clientes más impactados por tu producto te lo harán saber al contactarte.
- Son relativamente conocidos en su industria (si es posible).
Aunque la mayoría de los usuarios son efectivos como clientes, no necesariamente son eficaces en la comunicación del valor del producto al mundo exterior. Elige las empresas más calificadas, entusiastas, competentes y constructivas, y podrás crear casos de estudio instructivos y valiosos.
Los casos de estudio representan una prueba social innegable. Por eso, es necesario optimizar el diseño y la redacción, utilizar ejemplos relevantes, grupos objetivo de clientes y, sobre todo, mostrar cifras sobre los resultados obtenidos.
Si lo deseas, puedes contratar a un escritor profesional para que redacte tu caso de estudio. Sabrá cómo resaltar la información clave de tu caso.